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Telemedicina, una herramienta clave en la atención médica y la salud de América Latina

06 / 11 / 2025

De la consulta presencial a la sanidad a distancia. Foro UNIR analizó cómo la medicina digital y la IA están transformando la atención médica, desde la psiquiatría hasta la gestión organizacional. El reto es avanzar sin perder el componente humano.

Los 7 puntos clave del Foro UNIR

  1. La pandemia como catalizador: El Covid-19 aceleró la adopción de la telemedicina, pasando de un uso marginal a convertirse en una herramienta esencial en la atención médica global.
  2. Los datos como nuevo petróleo: La salud digital se basa en el manejo de datos sensibles, cuyo volumen, velocidad y valor requieren regulación y protección ética.
  3. Equidad en el acceso: La telemedicina permite llegar a comunidades remotas y vulnerables, reduciendo barreras geográficas y económicas en la atención sanitaria.
  4. Telepsiquiatría personalizada: La salud mental se beneficia especialmente de la digitalización, con tratamientos adaptados, monitorización remota y herramientas innovadoras como videojuegos terapéuticos.
  5. Riesgos éticos y privacidad: El uso de aplicaciones no reguladas y la falta de formación pueden poner en riesgo la privacidad de los pacientes y la calidad de la atención.
  6. Formación académica y emocional: La integración de la tecnología en el ámbito profesional requiere formación técnica, pero también habilidades emocionales para gestionar el cambio.
  7. Modelos híbridos y sostenibles: La combinación de atención presencial y digital puede mejorar la eficiencia, reducir costes y cuidar tanto a pacientes como a profesionales.
Maestría Universitaria en Psicología de las Organizaciones

La revolución digital en la atención médica está en marcha. Así lo afirmaron los expertos reunidos en el Foro UNIR “Telemedicina y salud digital: la transformación de la atención sanitaria”, dirigido especialmente a profesionales de Colombia y Centroamérica. El evento, que contó con una nutrida participación desde países como Costa Rica, República Dominicana, Panamá y Colombia, abordó los avances, desafíos y oportunidades que plantea la digitalización de la salud, con especial énfasis en la equidad, la ética y el papel de la inteligencia artificial.

Participaron en el foro Hilario Manuel Blasco Fontecilla, director médico de Emooti y cofundador de Haglaia Solutions; Enrique Berra Ruiz, profesor investigador en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Baja California; y Martín Gómez Sánchez, director académico del Máster Universitario en Psicología de las Organizaciones de UNIR. La moderación estuvo a cargo de Jorge Heili, quien guió el debate con preguntas y aportes contextuales sobre la situación sanitaria en la región.

Desde el inicio, Hilario Blasco planteó una idea relevante: “El petróleo del siglo XXI son los datos, y los datos sanitarios son los más valiosos y sensibles”. Su intervención giró en torno a cómo la pandemia de Covid-19 aceleró el uso de la telemedicina, pasando de un 14% de atención digital en 2018 a un 67% en 2023, según Global Healthcare Outlook. Este gran salto, explicó, no solo fue tecnológico, sino también cultural y ético.

Blasco destacó cinco características esenciales de los datos en salud digital: volumen, velocidad, valor, veracidad y variedad. “Estamos generando un volumen de datos ingente, y la inteligencia artificial es la guinda del pastel que está impulsando la telemedicina”, afirmó. Citó estudios como el publicado en Nature sobre el uso de móviles de alta gama en Uganda para mejorar el diagnóstico de enfermedades infecciosas, demostrando que la tecnología puede ser una herramienta de equidad.

Uno de los puntos más innovadores de su intervención fue la aplicación de la telemedicina en salud mental. Blasco habló de la telepsiquiatría como una vía para ofrecer atención personalizada, monitorización remota y tratamientos online. “Por fin podemos hacer trajes a medida para cada paciente”, dijo, mostrando ejemplos como videojuegos terapéuticos para el TDAH y el uso de realidad virtual para entrenamientos cognitivos.

Sin embargo, advirtió sobre los riesgos éticos: “Las herramientas no convierten a un mal profesional en uno bueno. La ética es el componente más importante en el desarrollo de la telemedicina”. En este sentido, mencionó el caso de un joven que recibió instrucciones de suLa importancia de la gestión emocional y la enseñanza de habilidadesicidio por parte de una IA, para subrayar a continuación la necesidad de acompañamiento humano y de regulación.

Falta de regulación y formación

Enrique Berra, desde México, aportó una visión crítica sobre los obstáculos que enfrenta la región. “Antes de la pandemia, se pensaba que la atención en línea despersonalizaba el trato médico. Hoy sabemos que puede ser complementaria y muy beneficiosa”, explicó. Para él, el principal freno es la falta de regulación y de formación en el uso de estas tecnologías. “No basta con soltar la receta digital; hay que enseñar cómo usarla correctamente”, añadió.

Berra también destacó que la telemedicina puede ser una solución para comunidades sin acceso físico a servicios de salud. “Hay gente que no tiene clínicas cerca, pero sí conexión a internet; entonces, este modelo puede llegar a ellos”, dijo. No obstante, alertó sobre la proliferación de aplicaciones no validadas que ponen en riesgo la privacidad de los pacientes. “Lo gratuito tiene un costo: tus datos”, sentenció.

Martín Gómez Sánchez abordó el impacto de la tecnología desde el ámbito académico y organizacional. “La tecnología tiene una doble cara: facilita la vida, pero también genera estrés y burnout”, explicó. Desde su Maestría en Psicología de las Organizaciones, trabajan en cómo integrar la IA y la telemedicina en entornos laborales sin perder el equilibrio emocional.

La importancia de los modelos híbridos

Gómez insistió en que la clave está en la gestión emocional y la formación en habilidades humanas. “No basta con ser buenos técnicos; hay que ser buenos profesionales en su totalidad”, afirmó. En su intervención final, hizo un llamado a no olvidar que “las personas son lo importante” y que el éxito profesional depende de la capacidad de influir, persuadir y acompañar al otro.

El foro también abordó la situación específica de países como Costa Rica, donde el 68% de la población acude a la Caja Costarricense de Seguridad Social. Sin embargo, la falta de recursos humanos y materiales limita la atención. “La demanda sanitaria es infinita, pero los recursos son escasos y caros”, dijo Blasco, proponiendo modelos híbridos que combinen atención presencial y digital.

En cuanto a Europa, Blasco señaló que uno de los principales retos es la regulación excesiva. “En España se han creado muchas herramientas, pero también muchas normas. A veces, el exceso de regulación frena la innovación”, comentó. También habló de la relación médico-paciente como un pacto de confianza que puede mantenerse incluso en entornos virtuales.

Sobre el futuro, los ponentes coincidieron en que la telemedicina no es una moda pasajera, sino una transformación estructural. Blasco anticipó que en pocos años veremos asistentes virtuales desarrollados por empresas e instituciones como Emooti y UNIR, capaces de ofrecer atención personalizada y segura. “Nos estamos acercando a una transformación profunda en el campo de la medicina”, dijo.

Berra añadió que el camino debe incluir validación científica de las herramientas digitales, formación ética y protección de datos. “La privacidad en salud es aún más importante que en otros ámbitos. Hay que saber qué estamos usando y quién lo promueve”, advirtió.

Gómez cerró con una reflexión sobre el impacto emocional de la transformación digital. “Muchos profesionales sienten ansiedad ante el cambio. La clave está en gestionar la incertidumbre y fortalecer la inteligencia emocional”, concluyó.

Foro UNIR dejó claro que la telemedicina es una oportunidad para mejorar la atención sanitaria en América Latina, pero también un desafío ético, técnico y humano. La tecnología puede ser una aliada poderosa, siempre que se utilice con responsabilidad, formación y sensibilidad.

Los mensajes principales de los ponentes

Hilario Manuel Blasco Fontecilla:

  • “Un buen profesional que sepa usar la telemedicina se convertirá en un profesional aún mucho mejor”.
  • “La telemedicina no puede ser jamás no ética; es el componente más importante en su desarrollo”.

Enrique Berra Ruiz:

  • “La falta de regulación y formación es lo que está frenando el desarrollo de la telemedicina en América Latina”.
  • “Lo gratuito tiene un costo: tus datos. Hay que saber qué estamos usando y quién lo promueve”.

Martín Gómez Sánchez:

  • “La tecnología tiene una doble cara: facilita la vida, pero también genera estrés y burnout”.
  • “El éxito profesional depende de la capacidad de influir, persuadir y acompañar al otro”.

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