La ansiedad infantil es una realidad que se vive en el contexto escolar desde hace mucho tiempo por diversas razones.

La preocupación a niveles no adecuados en los niños y jóvenes puede desembocar en malas calificaciones, comportamientos erráticos y posibles problemas en la casa.
Este tipo de situaciones a las que se deben enfrentar docentes en aula de clases deben saber manejarse para enseñar a los niños y jóvenes cómo manejarlas para promover salud emocional y mejores hábitos dentro y fuera del salón de clases. No obstante, es necesario contar con las herramientas y el conocimiento necesario para tratar y orientar a los estudiantes que estén viviendo esta situación.
El trabajo del educador en estas situaciones debe estar enfocado a la solución de los problemas emocionales para evitar y mitigar los trastornos de aprendizaje, propiciando un ambiente más sano en el contexto educativo que pueda influir positivamente en los procesos de aprendizaje de los estudiantes.
Para esto es necesario contar con estudios y prepararte muy bien para actuar de acuerdo a cada situación específica. Para ello, puedes realizar la Maestría en Psicología Infantil y Juvenil que ofrece la Universidad Internacional de La Rioja – UNIR, en la que te podrás capacitar de forma adecuada, con un excelente claustro de profesores y un plan de estudio integral, enfocado en el desarrollo de habilidades pedagógicas y psicológicas en el ambiente escolar.
¿Qué es la ansiedad infantil?
La ansiedad infantil es un trastorno que se define por presentar preocupación y temor de manera excesiva en niños. Esto se puede dar bajo ciertas circunstancias que pueden detonar episodios que afectan la conducta o el estado de ánimo de un niño o joven. Para el contexto escolar, esto se puede reflejar en falta de concentración, aprendizaje lento y un claro bajo nivel educativo.
Considerando esto, debemos tener en cuenta que la ansiedad infantil es algo muy común en las aulas de clases; no obstante, se ha evidenciado que este trastorno se pasa por alto debido a otros factores que lo solapan. Por lo tanto, se requiere especial atención de parte del equipo docente o funcionarios de la institución para abordar esta problemática y tratarla de la mejor manera posible con educación emocional (1).
Causas de ansiedad en niños en el entorno escolar
Los diferentes factores que pueden causar la ansiedad en la escuela pueden encontrarse tanto dentro como fuera de la institución, lo que quiere decir que también es necesario tener en cuenta la situación social y familiar del niño o joven para entender su contexto y las razones por las que está sufriendo un episodio de ansiedad. A continuación te nombraremos algunas de estas:
- Estímulos discrepantes
- Temor por alguien extraño
- Temor a la separación
- Factores del entorno como: la oscuridad, objetos extraños
- Violencia en casa o en la escuela
- Bullying
- Experiencias traumáticas (cambios importantes en el estilo de vida o muerte de una persona cercana, etc.)
- Enfermedades
Todas estas causas son detonantes en la vida de un niño o un joven y, por lo tanto, es necesario identificarlas y seguir el conducto regular para dar un manejo adecuado para la prevención de la ansiedad (2).
Señales de alerta: ¿cómo identificar la ansiedad en el aula?
Un niño que sufre de ansiedad en el aula de clases puede llegar a mostrar ciertos cambios o señales que te van a indicar, como docente, que algo no está bien o que algo está sucediendo con dicho alumno. Es importante prestar atención a estas señales de ansiedad para que puedas actuar oportunamente y dar el tratamiento adecuado con base en la situación y el contexto en el que está el estudiante.
En una primera instancia, dichas señales son notorias en el aula, ya que el comportamiento del niño tiende a cambiar. Este puede ser irracional, exagerado, pesimista o irracional. Por medio de estos comportamientos es posible sospechar que un niño padece ansiedad; sin embargo, es necesario que tengas en cuenta que el miedo, la preocupación o la vergüenza son características de la ansiedad, pero también son aspectos innatos en el ser humano, lo que quiere decir que no siempre son señales identificables de ansiedad en un niño (3).
Por otra parte, debes estar atento a la frecuencia con la que el niño o joven muestra estas señales. Cuando es desmedida o exagerada, es posible determinar que el alumno tiene un trastorno y lo está demostrando de esa manera. En este sentido, el rol del docente debe ser el de acompañar y guiar al niño para evitar que este trastorno de ansiedad siga desarrollándose y pueda complicarse aún más.
Estrategias efectivas para docentes y padres en el manejo de la ansiedad
Para hablar de estrategias, lo primero es entender qué es la intervención psicoeducativa para realizar un tratamiento que sea efectivo y muestre mejoría en el niño. La prevención de este tipo de enfermedades debe hacerse desde un ámbito profesional con acompañamiento de los padres para lograr abordar la problemática desde todas las perspectivas posibles.
Entre las estrategias más efectivas que se pueden implementar, tanto en casa, de parte de los padres, como en la escuela, destacamos:
- Ejercicios de relajación: usar técnicas de respiración, de concentración que estimulen el uso de los sentidos del niño le ayudará a mitigar los episodios de ansiedad.
- Realizar una dieta equilibrada: algunos episodios de ansiedad pueden desencadenarse debido a la falta de ciertos nutrientes o componentes que proveen las dietas balanceadas.
- Promover una comunicación positiva: usar refuerzos positivos, valorar los pequeños logros del niño y apoyar y animar a hacer frente a situaciones complejas, pueden lograr forjar una mentalidad más fuerte y positiva capaz de manejar la ansiedad.
- Enseñar sobre educación emocional: orientar y guiar al niño sobre el adecuado manejo de sus emociones ayudará a que este se conozca más y pueda entender cómo hacer frente a situaciones de ansiedad.
- Participar en programas de salud mental: realizar tutorías en las que se explique lo que es la ansiedad infantil puede ayudar al niño a entender qué es lo que sucede y por qué sucede, adicionalmente a establecer prácticas y ejercicios para sobrellevar estos episodios (4).
Referencias bibliográficas
- Cecílio Fernándes, D., Fernándes Sisto, F., Da Silva Sales Oliveira, S. M., Gakyia Caliatto, S. (2014). Ansiedad y dificultades escolares. International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 5, núm. 1, pp. 433-442. Tomado de: https://www.redalyc.org/pdf/3498/349851788049.pdf
- Ruiz Sancho, A. M., Lago Pita, B. (2005). Trastornos de ansiedad en la infancia y en la adolescencia. En: AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2005. Madrid: Exlibris Ediciones; p. 265-280. Tomado de: https://www.aepap.org/sites/default/files/ansiedad_0.pdf
- Gold, Ariel. (2006). Trastornos de ansiedad en niños. Arch Pediatr Urug; 77(1): pp. 34-38. Tomado de: http://www.scielo.edu.uy/pdf/adp/v77n1/v77n1a08.pdf
- Miranda Vicario, E. M. (2018). Manejo de la ansiedad en el ámbito educativo. Publicaciones Didácticas, N° 96, pp. 614-616. Tomado de: https://core.ac.uk/reader/235852350