La educación especial busca ayudar a los menores con discapacidades o limitaciones de aprendizaje a través de un enfoque individualizado para atender las necesidades particulares de cada niño.
El proceso de aprendizaje no es igual para todos los estudiantes y depende de diferentes variables, como el contexto familiar, social o cultural. En otras ocasiones es producto de la necesidad de una educación especial que pueda atender situaciones de superdotación intelectual o discapacidades psíquicas, físicas o sensoriales.
Para dar respuesta a estas situaciones es necesario establecer un proceso educativo diversificado en el que poder aplicar metodologías de estudio que brinden las mismas condiciones para todos los estudiantes; este es el contexto en el aparece la educación especial.
Claves de la educación especial
La educación especial se puede entender como la adaptación de la educación tradicional para aquellos alumnos con necesidades educativas especiales, bien sean estudiantes que tienen una marcada superioridad intelectual o discapacidades intelectuales, sensoriales, conductuales o físicas.
Este tipo de educación permite trabajar las necesidades que no pueden ser solventadas por el sistema educativo tradicional con medios técnicos y humanos adaptados que permitan —siempre que sea posible— que el alumno esté integrado en el aula como uno más.
En un aspecto general, la educación especial tiene la finalidad de desarrollar una educación equitativa e inclusiva para todos y lograr el máximo desarrollo personal y social de todos los alumnos.
Su ámbito de aplicación se divide en dos grandes grupos:
Educación especial o diferencial
La educación especial o diferencial está dirigida a estudiantes con algún tipo de discapacidad física o mental. En este último caso se usa un sistema de medición basado en la escala de Stanford-Binet que arroja los siguiente niveles, según el coeficiente intelectual (CI):
- Límite: CI 67 a CI 83.
- Deficiencia leve: CI 59 a CI 66.
- Deficiencia moderada: CI 33 a CI 49.
- Deficiencia profunda: CI 16 a CI 32.
Educación especial para altas capacidades
Esta educación especial está orientada a estudiantes que destacan por sus capacidades superiores a nivel intelectual, creativo, artístico o psicomotriz.
Importancia del diagnóstico temprano
La detección temprana de estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE) puede marcar la diferencia en su desarrollo y progreso y permite:
- Realizar una intervención temprana. Mientras más pronto se identifiquen las dificultades o discapacidades que enfrenta un estudiante, más rápido se podrán implementar las mejores estrategias.
- Avanzar en igualdad de oportunidades. Una rápida detección de las NEE permite facilitar los recursos que los estudiantes con dificultades de aprendizaje necesitarán para tener las mismas oportunidades en su educación que otros alumnos y alcancen su máximo potencial.
- Adaptar el currículo. Un diagnóstico temprano posibilita a los profesores adaptar las materias de acuerdo a las necesidades individuales del estudiante. Para esto deben ajustar los métodos de enseñanza y los materiales didácticos.
- Recibir apoyo emocional y social. La detección temprana de un problema en el alumno permite darle apoyo emocional, psicológico y social, a través del cual pueda desarrollar sus habilidades sociales, así como afrontar mejor dificultades emocionales.
- Gracias a un rápido diagnóstico también se facilita la coordinación entre los profesionales que trabajan con el estudiante, como profesores, psicólogos, pedagogos, logopedas y la propia familia. Además, se puede desarrollar más fácilmente un plan de apoyo integral —personalizado— que atienda todas las áreas que necesita reforzar el menor.
En resumen, detectar pronto las necesidades educativas especiales es fundamental para garantizar que los estudiantes con dificultades reciban el apoyo necesario para tener éxito en su educación.
¿Cómo identificar si un niño necesita educación especial?
La detección temprana permite una pronta intervención, igualdad de oportunidades, adaptación curricular, apoyo emocional y social y una mejor coordinación entre los profesionales involucrados.
En un primera fase, el ámbito familiar y educativo son los espacios determinantes para identificar tempranamente una necesidad educativa especial, ya que a través de la observación se puede ver en detalle el desarrollo del estudiante en su entorno, con sus padres, profesores, en las clases, los momentos de recreo, etc.
Otra de las figuras fundamentales que participa del proceso educativo especial es el pedagogo, responsable del diagnóstico, valoración e intervención de las dificultades de aprendizaje, así como de crear un ambiente adecuado y ejecutar programas educativos. El pedagogo puede especializarse en diversas áreas.
Además de la función de los padres y profesionales del ámbito educativo existen otras señales a tener en cuenta como:
- Dificultad para expresarse y relacionarse con niños de su edad.
- Falta de motivación.
- Dificultad visual y auditiva.
- Problemas de atención, memoria y autocontrol.
¿Cuál es la labor de los maestros de educación especial?
En la mayor parte de países de la región existen regulaciones que buscan promover una educación equitativa para todos los estudiantes. En Colombia este compromiso lo recoge la Ley 2216 de 2022, por medio de la cual “se promueve la educación inclusiva y el desarrollo integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes con trastornos específicos de aprendizaje”.
En su artículo 5º se cita que será el Ministerio de Educación Nacional quien establecerá las orientaciones y lineamientos para que “las secretarías de educación definan e implementen planes territoriales de formación acorde con las necesidades de sus educadores y de los aprendizajes de los estudiantes con trastornos específicos de aprendizaje”.
Más allá de las regulaciones existentes, el papel que ejercen los maestros de educación especial es decisivo para dar respuesta a las necesidades de sus estudiantes y promover su desarrollo, aprendizaje y participación.
Pero, para esto, deben contar con una Maestría en Educación Especial como la de UNIR Colombia que les permita obtener las competencias necesarias para responder a las demandas especiales de las personas con diversidades de carácter intelectual, conductual, sensorial o física, y aplicarlas desde la educación infantil hasta el bachillerato, en centros públicos y/o privados.
El profesional experto en educación especial es un perfil cada vez más requerido en los centros educativos ya que puede valorar y abordar las necesidades educativas de sus alumnos en las aulas, crear espacios inclusivos y respetar el ritmo de aprendizaje propio de cada alumno favoreciendo la atención a la diversidad.