La violencia intrafamiliar es un problema significativo en Colombia, y se refiere al abuso que ocurre cuando un miembro de la familia ejerce algún tipo de maltrato sobre otro.
Este maltrato puede manifestarse de diversas maneras, siendo las más comunes la violencia física, psicológica y sexual.
Aunque suele ocurrir dentro del hogar, la violencia intrafamiliar también puede tener lugar en otros contextos. Puede ser ejercida tanto por hombres como por mujeres, e involucra a cualquier miembro de la familia, ya sea en relaciones de pareja, contra niños, personas mayores o incluso entre hermanos. En resumen, abarca todo tipo de violencia que tenga lugar en el ámbito familiar y representa una problemática que afecta a muchas personas en Colombia.
Ejemplos de violencia familiar
Como decíamos, la violencia física, la emocional y la sexual suelen ser las tres manifestaciones más comunes de violencia familiar.
La violencia física se caracteriza por el uso de la fuerza. Es habitual que la víctima sufra daños corporales, que pueden ser leves o de mayor gravedad, llegando, incluso, a requerir atención médica.
La violencia emocional o psicológica puede manifestarse de muchas maneras, desde formas muy sutiles hasta las más evidentes. El maltrato verbal, la intimidación, la manipulación, el menosprecio constante, el silencio o el aislamiento son algunos de los ejemplos que podemos encontrar. Este tipo de violencia familiar daña la autoestima y el autoconcepto de la víctima, y genera problemas psicológicos, como ansiedad o depresión.
En el caso de la violencia sexual, esta se produce cuando una persona es obligada a mantener cualquier tipo de relación o contacto sexual sin su consentimiento. Los casos de abuso, violación o incesto dejan muchas secuelas en la víctima.
Otra forma de violencia familiar es la violencia económica. En ella, la persona que maltrata domina todos los recursos financieros e impide su uso a la víctima. Esto provoca una situación de dependencia que dificulta, por ejemplo, abandonar la relación. Asimismo, la violencia económica puede darse por omisión, tal y como sucede en los casos en los que un miembro abandona la familia y no se responsabiliza de obligaciones como la pensión alimentaria.
Causas y consecuencias de la violencia familiar
Problemas conductuales, emocionales o sociales; presencia de depresión, ansiedad, baja autoestima, conducta antisocial… Son muchas las consecuencias que se derivan de sufrir cualquier tipo de violencia familiar. Además, a menudo, el funcionamiento de la familia pasa a ser disfuncional o existen problemas de comunicación entre los diferentes miembros.
Las consecuencias de la violencia familiar se suelen clasificar en tres grupos:
- Efectos psíquicos: se refieren a la pérdida de autoestima, la baja valoración de la víctima o el estrés y la ansiedad que sufre.
- Efectos físicos: se trata de todas aquellas manifestaciones corporales de la violencia, tales como hematomas, fracturas o heridas.
- Efectos psicosociales: los dos ejemplos principales son la exclusión y la violación de derechos fundamentales.
El apoyo psicológico a la víctima de violencia familiar
No siempre es fácil ofrecer el apoyo psicológico necesario a una víctima de violencia familiar. En muchos casos, al tratarse de problemas internos de la familia, se intenta minimizar u ocultar lo que está ocurriendo. Más aún teniendo en cuenta que algunas de las formas de violencia descritas no son sencillas de identificar.
En ese sentido, es importante que se reconozca la violencia para que se pueda actuar. Se debe prestar atención a las señales de advertencia que indican la presencia de violencia y, en tales casos, acudir a las vías oportunas para solicitar ayuda.
En el ámbito médico asistencial es vital proporcionar a los profesionales la formación necesaria para que, mediante la anamnesis, los síntomas o los signos, puedan realizar un diagnóstico de sospecha de violencia y seguir los protocolos indicados. La Carrera en Psicología Online de UNIR prepara a sus estudiantes para saber cómo ayudar a cualquier tipo de víctimas y les ayuda a entender el marco normativo y las claves para intervenir contra este tipo de violencia.
Es crucial proporcionar el apoyo necesario para que las víctimas de violencia intrafamiliar en Colombia puedan presentar la denuncia correspondiente, asegurando que comprendan cómo garantizar su seguridad personal. Además de la intervención legal, el acompañamiento psicológico es esencial para mitigar las secuelas de este tipo de violencia. Una vez detectado el maltrato, se debe evaluar qué tipo de tratamiento terapéutico será el más adecuado para abordar las consecuencias psicológicas, que suelen ser significativas.
Este problema, que afecta tanto a mujeres, niños, adultos mayores y otros miembros de la familia, puede ser atendido desde diversas perspectivas profesionales. Por ejemplo, la Maestría en Psicología Forense ofrece un enfoque especializado en la evaluación del impacto psicológico de la violencia intrafamiliar, así como en la identificación de estrategias de prevención. Por otro lado, el estudio de la violencia intrafamiliar en Colombia permite comprender las dinámicas particulares de este tipo de violencia en el país, tomando en cuenta las características culturales y sociales que influyen en su manifestación.
Es importante destacar que la violencia contra la mujer sigue siendo una de las formas más prevalentes de maltrato en Colombia, lo que convierte su erradicación en una prioridad nacional. En este contexto, la Maestría en Criminología y Victimología juega un papel fundamental, al ofrecer herramientas para la protección de las víctimas y la prevención de nuevos episodios de violencia. Del mismo modo, la Maestría en Psicología Educativa y la Maestría en Psicología Infantil y Juvenil se enfocan en abordar el impacto de la violencia en los menores de edad, ya que las secuelas pueden afectar su desarrollo emocional y académico.
La violencia intrafamiliar es un fenómeno que puede ser protagonizado por cualquier miembro de la familia, y aunque comúnmente ocurre en el hogar, también puede manifestarse en otros entornos. Se trata de un problema internacional que no conoce fronteras, con múltiples manifestaciones y consecuencias graves, tanto físicas como psicológicas, para las víctimas. La formación especializada en áreas como psicología forense, criminología y psicología infantil es clave para enfrentar esta problemática de manera integral en Colombia