Aunque podrían parecer términos separados, economía y salud constituyen un binomio indivisible en el que las decisiones tomadas en un ámbito afectan de manera directa o indirecta al otro.
En principio, economía y salud parecen términos lejanos uno del otro, ya que forman parte de ramas de estudio distintas. No obstante, si alguien tiene dudas sobre qué relación hay entre la economía y la salud solamente necesita pensar en todas las repercusiones económicas que trajo consigo la pandemia por COVID-19.
Es aquí donde aparece el concepto de economía de la salud, el cual podemos entender como una rama de la economía que se enfoca en analizar cómo se asignan los recursos en el ámbito de la salud, tanto a nivel individual como en el sistema de salud en su conjunto.
La realidad es que muchas de las disposiciones de carácter económico que se toman en un país afectan directa o indirectamente a la salud de la población. Asimismo, las acciones tomadas dentro del sistema de salud presentan implicaciones en la economía nacional de una nación.
Para que las personas puedan acceder a la salud se requiere poner a su disposición distintos bienes y servicios (medicamentos, consultas médicas, material de curación, pruebas de laboratorio, hospitales…), lo que implica un complejo proceso de financiamiento, producción, traslado y consumo.
Sin ir más lejos, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en Colombia los ciudadanos destinaron en promedio unos 392 dólares al año de forma voluntaria, mientras que el estado aportó 1,248 dólares per cápita. Esto da un gasto total de 1,640 dólares por persona, solamente en este ámbito.
Además, gracias a la intervención de la economía, es posible obtener una imagen real del sector sanitario, justificar la toma de decisiones, valorar la rentabilidad de las actuaciones en materia de salud y controlar cuáles son las mejores decisiones para dar respuesta a una demanda sanitaria en específico.
Fundamentos de la economía de la salud
Si se quiere analizar en profundidad la relación existente entre economía y salud, dentro de la economía existe un campo de estudio denominado economía de la salud. Esta especialidad estudia la oferta y demanda de bienes y servicios que se necesitan en el ámbito de la salud, así como las políticas de inversión aplicadas en los modelos de atención sanitaria.
De esta forma, se proporcionan a los profesionales las herramientas necesarias para dar respuesta a las necesidades financieras en materia de salud, permitiendo ampliar la cobertura sanitaria y mejorar los programas aplicados al sector.
La economía de la salud se puede dividir en dos áreas de estudio:
1. Microeconomía de la salud. Analiza el comportamiento de los componentes existentes en el sector salud:
- Consumidores. Cualquier persona que pueda demandar servicios de salud.
- Productores. Profesionales, empresas o instituciones que ofrezcan servicios vinculados con el sector.
- Mercado. Vincula a los consumidores con los productores y determina los precios de los servicios ofertados.
2. Macroeconomía de la salud. Observa el funcionamiento del sistema de salud en general y sus conexiones con otros sistemas económicos. En este ámbito se analizan factores como el Producto Interno Bruto (PIB), los ingresos y egresos, el crecimiento económico, los niveles de empleo, el comportamiento del mercado internacional y el ahorro, entre otros.
A diferencia de en otros sectores, en el ámbito sanitario no se aplica a la toma de decisiones únicamente la relación riesgo/beneficio, también debe tomarse en consideración la relación coste/beneficio para determinar cómo invertir de mejor forma los recursos.
Durante las valoraciones económicas en salud se deben aplicar de forma básica los siguientes criterios:
- Eficacia. Consiste en evaluar la capacidad potencial de una decisión en el ámbito sanitario.
- Efectividad. Mide de forma real la aplicación de un programa, su eficacia, aceptación y el grado de acceso al mismo que tienen las personas.
- Eficiencia. Define cuál es el máximo beneficio que se puede obtener a partir de recursos limitados.
Economía en la salud pública
La aplicación de la economía al ámbito de la salud pública debe considerarse esencial. En el Sistema General de Seguridad Social en Salud es necesario aplicar de manera exitosa el presupuesto disponible para ofrecer a la población servicios de calidad y una mayor cobertura sanitaria.
Es necesario recordar que en la administración pública la distribución de los recursos es limitada y, como ya se mencionó, debe hacerse tomando en cuenta la relación coste/beneficio. Destinar los recursos a cierto apartado implica que no se podrán aplicar en otros rubros, por lo que hay que analizar en profundidad las repercusiones de cada partida presupuestaria para poder gastar mejor.
Al igual que en la medicina privada es imprescindible identificar, medir y comparar los riesgos, costes y ventajas que ofrecerán a la población la aplicación de distintos programas o servicios, determinando cuáles son los que proporcionarán mejores resultados.
En ese sentido, para ayudar a los países a invertir mejor sus recursos y proteger la salud de toda la población, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone que la economía de los países se reoriente en cuatro ejes:
- Valor: medir lo que realmente importa –la salud y prosperidad de la gente y el medioambiente– usando nuevos parámetros.
- Financiación: la salud debería considerar una inversión a largo plazo en lugar de un costo, por lo que es necesario reestructurar los sistemas de sanidad.
- Innovación: se recomienda potenciar la investigación y los adelantos tecnológicos dentro del ámbito de la salud, confiando en la inteligencia colectiva.
- Capacidad: la idea es reforzar el sector público para ofrecer una cobertura de calidad a todos los individuos.
¿Cómo tomar mejores decisiones económicas en materia de salud?
Debido a la complejidad de los factores que intervienen en la salud, ya sea en el ámbito público o privado, la toma de decisiones no es una tarea sencilla. Por ello, es recomendable que los profesionales que buscan dedicarse a este campo estudien una Maestría en Economía de la Salud o Maestría en Administración y Gerencia en Salud como la que oferta UNIR Colombia.
Para ofrecer una mejor atención sanitaria es necesario que el país cuente con instituciones y centros de salud mejor estructurados, que ofrezcan una atención racional, equitativa y eficiente y en la que los recursos disponibles se aprovechen al máximo.