Desde la reducción del estrés, pasando por la estimulación cerebral, hasta la regulación de los ritmos corporales, la musicoterapia tiene una influencia positiva en el ser humano.
Escrito por David Gamella, coordinador académico de la Maestría Universitaria en Musicoterapia de UNIR.
¿Qué es la musicoterapia?
Si nos centramos en la descripción conceptual del término, podríamos describir la musicoterapia como “el uso adaptado de los elementos musicales con fines no musicales que están destinados a la mejora terapéutica de las condiciones de vida de las personas”. Existe documentación que corrobora cómo los seres humanos llevamos haciendo uso de ella desde las primeras civilizaciones, pero ha sido en los últimos 70 años cuando ha cobrado mayor importancia. Progresivamente, hemos pasado de lo puramente sensorial a las evidencias científicas que determinan el alcance neurológico, fisiológico y psíquico de la música terapéutica como soporte no invasivo para ayudar a reforzar los tratamientos de las disciplinas tradicionales de la salud.
La musicoterapia es una disciplina terapéutica que utiliza la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía) para mejorar la salud física, emocional, mental y social de las personas. Esta terapia puede aplicarse en diversos contextos, como la medicina, la psicología, la educación, y el bienestar general, buscando promover el bienestar y facilitar el tratamiento de diferentes condiciones.
En Colombia, la musicoterapia ha ido ganando terreno como una opción complementaria en el tratamiento de personas con diversas afecciones, como trastornos del espectro autista, ansiedad, depresión, trastornos neurológicos, discapacidades físicas y cognitivas, entre otras. A través de sesiones de musicoterapia, los pacientes pueden experimentar mejoras en su calidad de vida, en aspectos como la expresión emocional, la comunicación, el manejo del estrés, y la rehabilitación física.
¿Cómo funciona la terapia musical?
La terapia musical, conocida como musicoterapia, se basa en el uso de la música y sus elementos (melodía, ritmo, armonía, etc.) con fines terapéuticos no musicales. Este enfoque busca mejorar la salud física, emocional, mental y social de las personas. Los profesionales de la musicoterapia diseñan intervenciones personalizadas para abordar diversas necesidades, como la reducción del estrés, la estimulación cognitiva, la mejora de la comunicación y la expresión emocional, así como la regulación de los ritmos corporales. La evidencia histórica y científica apoya la eficacia de la musicoterapia en distintas áreas de la salud.
La musicoterapia, funciona utilizando la música de manera estructurada para lograr objetivos terapéuticos específicos. Se basa en varios principios y técnicas, que incluyen:
- Escucha Activa: Los pacientes escuchan música seleccionada para inducir ciertos estados emocionales o mentales. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y fomentar la relajación.
- Creación Musical: Los pacientes participan en la creación de música, ya sea tocando instrumentos, cantando o componiendo. Esta actividad puede mejorar la autoestima, la comunicación y la expresión emocional.
- Intervenciones Rítmicas: El uso de ritmos repetitivos y patrones puede ayudar a sincronizar funciones corporales, mejorar la coordinación motora y estimular áreas del cerebro relacionadas con el movimiento y el habla.
- Improvisación: La improvisación musical permite a los pacientes expresar sus emociones y pensamientos de manera no verbal, facilitando la autoexploración y la resolución de conflictos internos.
- Canto y Vocalización: Cantar puede mejorar la respiración, la articulación del habla y proporcionar una vía para la liberación emocional.
La efectividad de la musicoterapia se fundamenta en su capacidad para involucrar múltiples áreas del cerebro simultáneamente, facilitando la integración sensorial, motora y emocional de manera holística.
¿Cuáles son los beneficios de la musicoterapia?
Gracias a la variedad de respuestas que produce la música (plano cognitivo, comunicativo, físico, psicológico, sensitivo, trascendental…), la musicoterapia tiene influencia controlada, entre otros, sobre:
- La motricidad
- La memoria
- La atención
- La creatividad
- La verbalización
- La potenciación de los sentidos
- La propiocepción
- La reducción de estrés y la ansiedad
- La estimulación cerebral
- El sistema inmune y los ritmos biológicos
La música genera respuestas inconscientes e inmediatas. No necesitamos ser conscientes de su presencia, aunque el impacto aumenta cuando además reconocemos las memorias que despierta, las sensaciones y los significados. La musicoterapia se sirve del inmenso flujo de señales electromagnéticas y químicas que las distintas combinaciones de elementos musicales producen en el cuerpo, en la mente y en el alma para ayudar a las personas.
Al desarrollar tratamientos personalizados, la musicoterapia da respuesta a las necesidades particulares de cada persona, ajustando los tiempos de exposición, los lenguajes musicales y los recursos sonoros. Sus objetivos son terapéuticos y buscan un beneficio concreto, medible y razonable. La musicoterapia establece un espacio de comunicación que permite favorecer tanto la introspección como la extroversión. Es decir, la música sirve para que cualquier persona conecte consigo mismo y con los demás.
Por último, la participación en sesiones de musicoterapia implica un trabajo creativo y expresivo, a través del cual se produce un desarrollo de la capacidad simbólica en la que las personas logran autoafirmarse, auto reconocerse y potenciar su vitalidad.
Recursos musicales para su uso en terapia
Los musicoterapeutas se sirven de la melodía, la armonía, los timbres o los ritmos como si de una paleta de colores se tratara. Según los objetivos terapéuticos que cada persona necesite alcanzar y del modelo de sesión diseñado para ello, se emplean unos recursos u otros, desde sonoridades muy simples y elementales a conjuntos sonoros más complejos y elaborados.
Hay que tener en cuenta que los efectos de la música terapéutica aumentan cuando se toca en vivo y cuando, además, los pacientes son cocreadores de esa producción sonora.
Para ello, los profesionales de la musicoterapia, como músicos que son, saben dar sentido musical y estético a cualquiera de las expresiones sonoras, facilitando experiencias de éxito y autorrealización en los pacientes.
La importancia de la musicoterapia para el tratamiento de trastornos
Cada año surgen nuevas metodologías y enfoques para abordar problemáticas diversas en el ámbito hospitalario, en el sociosanitario o en el educativo. Siempre se parte de la idea de que cada persona es mucho más que una dificultad o un diagnóstico, que detrás del dolor, del sufrimiento o de la afección hay otro conjunto de valores que son los que sirven de apoyo para hacer frente al problema. Es una visión capacitante, impulsora y transformadora.
Por ello, en musicoterapia se trabaja con personas que presentan rasgos de autismo, déficits de atención, trastornos alimentarios, demencias, disfuncionalidades del habla o la movilidad… porque la música permite resaltar lo que esa persona sí es capaz de alcanzar, aquello en lo que es especial y diferente. Los musicoterapeutas son especialistas en ayudar a que las personas se sientan creativas, positivas y fortalecidas para estar comprometidas con el lado pleno de la vida.
Ahora que ya sabes que es la musicoterapia y crees que cumples con este perfil profesional es posible que optes por potenciar tu perfil profesional estudiando la Maestría Universitaria en Musicoterapia que ofrece UNIR. Estás a solo un paso de cumplir tu sueño.