En Colombia, la importancia de fomentar valores morales se ve reflejada en la necesidad de una educación holista que aborde estos principios desde temprana edad.
Los valores morales son fundamentales para la convivencia en la sociedad colombiana, ya que ordenan la conducta de las personas y les ofrecen una guía de acción. Estos valores, como la solidaridad, la justicia, la responsabilidad y el respeto, se desarrollan a través de experiencias familiares, sociales y educativas, y están influidos por la cultura, la historia, los medios de comunicación y las creencias religiosas y políticas. Es crucial que tanto la familia como las instituciones educativas y otros actores sociales promuevan consistentemente estos valores para construir una sociedad más justa.
En Colombia, la importancia de fomentar valores morales se ve reflejada en la necesidad de una educación holista que aborde estos principios desde temprana edad. Las instituciones educativas deben incorporar la reflexión ética en su currículo, mientras que los medios de comunicación y las organizaciones comunitarias también tienen un rol clave en la formación de ciudadanos responsables. Solo a través de un esfuerzo colectivo y sostenido podremos fortalecer los cimientos morales de nuestra sociedad y avanzar hacia un futuro más armonioso.
Características de los valores morales
Para entender mejor qué son los valores morales es importante conocer sus características principales:
- Tienen cierto carácter relativo, porque siempre se hacen realidad en la vida cambiante de cada persona. Lo que para alguien puede ser una correcta disposición normativa no tiene que significar lo mismo para el resto. Aristóteles pone el ejemplo de la comida: la dieta de un atleta no puede ser la misma que la de un enfermo.
- Tienen expectativa de universalidad cuando recogen los mejores bienes a los que pueden aspirar las personas y las sociedades.
- Cotidianos, debido a que los individuos los aplican cada día en sus relaciones con los demás (la moral no consiste en resolver decisiones imposibles, sino en orientarnos del mejor modo en la vida cotidiana)
- Perdurables, ya que difícilmente cambian con el tiempo.
- Se transmiten generacionalmente y su enseñanza no solamente es teórica, sino que se difunden por medio del ejemplo de progenitores, educadores y personas próximas.
Ejemplos de valores Morales
Los ejemplos de valores morales son muy diversos y están presentes en los comportamientos diarios de los seres humanos. Algunos de ellos son:
- Se trata de dar a cada persona lo que le corresponde o lo que le es debido.
- No engañar, mentir y actuar con sinceridad: que la forma de pensar y actuar se correspondan entre sí.
- Es el sentimiento de respeto y fidelidad, incluso cuando las circunstancias son adversas, hacia una persona, una organización, un compromiso, una nación u otra clase de ente.
- Es el esfuerzo continuo que realiza alguien para lograr un objetivo. Se trata de no rendirse ante las dificultades que se presentan.
- Está presente cuando alguien aprecia los distintos aspectos que le ofrece la vida y reconoce el papel que desempeñan las otras personas en su bienestar.
- Consiste en la colaboración mutua que existe entre las personas. Está presente cuando los integrantes de una comunidad son capaces de actuar como un todo.
- Dicta la consideración y atención con la que se deben de tratar a los otros seres humanos.
Ética y sociedad: la importancia de esta relación
Los conceptos ética y sociedad se encuentran estrechamente vinculados. La ética es una de las ramas de la Filosofía dedicada a analizar la conducta humana y las razones por las que ciertas situaciones se consideran buenas o malas dentro de una sociedad. Por su parte, el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) define la sociedad como un “conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo normas comunes”.
El ser humano, al ser un animal social, vive y se relaciona con otros, compartiendo sus intereses y habitando un territorio. Esta convivencia presenta ciertas dificultades, las cuales pueden ser solventadas con criterios morales. Freud pensaba que la vida en sociedad es necesaria para nuestra supervivencia, pero a la vez nos vuelve gradualmente neuróticos. Esto es más que discutible: en realidad, la vida en sociedad nos ayuda a crecer como personas y alcanzar bienes en común que solos no podríamos obtener de ningún modo.
Así, la moral y la ética forma una parte importante de la sociedad. Por esta razón, las primeras organizaciones sociales (la familia, la comunidad) son esencialmente núcleos de formación e instrucción moral, en segundo orden, gobiernos e instituciones buscan también promover entre los individuos ciertos valores morales que consideran social y comunitariamente– favorables, en un afán por buscar el perfeccionamiento, mejorar el bienestar general y fomentar una convivencia armónica.
Los valores que se promueven son tan esenciales que acaban condicionando la forma en la que evoluciona una sociedad. Por esta razón, es necesario promoverlos en todas las etapas educativas.
El pregrado en Filosofía, Política y Economía junto con la Maestría en Retórica y oratoria y la Maestría en Bioética de UNIR, constituyen las herramientas más adecuadas para adquirir los conocimientos necesarios para enseñar a las nuevas generaciones la importancia de aplicar estos valores en su vida diaria.
La educación en valores cívicos
Para crear un mundo más sostenible, justo e inclusivo es importante promover una educación en valores cívicos. Además, esta clase de formación impulsa el crecimiento personal de los individuos y los ayuda a clarificar cuáles son sus objetivos de vida.
Esta clase de educación constituye la base fundamental para el ejercicio crítico y responsable de la ciudadanía y para la educación holista de las personas.
De manera general, se busca promover ciertas competencias entre el alumnado:
- El autoconocimiento y el desarrollo de una autonomía moral.
- Comprensión del marco social de convivencia y el compromiso con los valores, principios y normas que lo conforman.
- La promoción de actitudes compatibles con un entorno sostenible.
- Desarrollo de la sensibilidad en el marco de los problemas éticos, cívicos y ecosociales que se viven en la actualidad.
Para crear una ciudadanía consciente, global, libre, comprometida y participativa hay que emplear actividades de aprendizaje significativas para el alumnado. Al enseñar a pensar en el aula se está contribuyendo a que las nuevas generaciones sean más críticas, reflexivas y autónomas.
Aprender cómo enseñar filosofía de forma amena, así como la mejor forma de transmitir valores morales a los alumnos, es posible. Algunas de las estrategias que aplican los docentes en clase son:
- Animar los debates sobre cuestiones morales y temas de actualidad.
- Identificar los prejuicios y estereotipos presentes en la sociedad y determinar la forma en la que afectan a los individuos.
- Propiciar que los estudiantes se expresen y defiendan sus opiniones con fundamento y rigor
- Ayudar a que se planteen las discrepancias sin miedo.
- Ofrecerles herramientas reflexivas para que valoren su propio comportamiento (“una vida sin examen no merece ser vivida”, concluía Sócrates).
Dependiendo de la edad de los alumnos y el contexto en el que vivan, será necesario ajustar las actividades que se realizarán en clase. Por este motivo, es muy importante que los docentes posean una formación específica en la materia.