Un total de 994 graduandos han protagonizado un cálido evento en compañía de las personas que más quieren, para compartir con ellos su triunfo.

Un total de 994 estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) han celebrado este sábado la culminación de sus estudios de pregrados y posgrados, en la jornada final del ‘Encuentro Internacional Alumni 2025’.
El evento, celebrado en un abarrotado pabellón del recinto Corferias de Bogotá ha sido protagonizado de manera presencial por 646 estudiantes, mientras que otros 348 han participado de la ceremonia de manera online.
Estefanía Cubillos, estudiante no vidente del Máster en Escritura Creativa
El magno acto ha comenzado a las 9.30 horas, cuando el doctor Daniel Burgos, vicerrector de Proyectos Internacionales de Investigación de UNIR, ha entrado en la sala, secundado por el resto de los integrantes de la comitiva académica.
Lección magistral sobre educación medioambiental
Cerca de 2.000 personas (entre graduandos, familiares, allegados, académicos, y personal de gestión y administración de la universidad) posteriormente han entonado el Himno Nacional de Colombia. A continuación, Burgos ha cedido la palabra a la doctora Yannelys Aparicio Molina, vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de UNIR. Su exposición ha versado sobre ‘La educación medioambiental: nuevos retos en el panorama educativo del siglo XXI’.
Una imagen de la comitiva académica,
“Existen iniciativas que vuelven sobre la necesidad de vincular la enseñanza con los conocimientos prácticos sobre la naturaleza, generando un intercambio de ideas que mejore las condiciones de vida y respete el entorno. El compromiso ecológico es, hoy día, una necesidad incuestionable, y el buen vivir, o vivir bien, entendido como vivir acorde con las exigencias de la naturaleza, sin excesos, una utopía asequible, una de las primeras y más contundentes del siglo XXI”, ha señalado.
En esa línea, ha subrayado que “entre los dos conceptos -compromiso con el medio ambiente y buen vivir- hay una estrecha comunicación, porque el itinerario ecológico tiene sus estaciones utópicas, y el buen vivir, en el sentido que obtiene en la cultura latinoamericana de estas décadas, no es una tendencia vivida o planteada como natural en la mayoría de las sociedades actuales, sino una opción que cuesta definir, matizar, implantar y, finalmente, experimentar, por lo que, en definitiva, es necesario imprimir un esfuerzo personal y colectivo”.
La doctora Yannelys Aparicio Molina, durante la lección magistral.
También ha agregado: “En las últimas décadas se ha suscitado una preocupación en torno al profundo cambio que debería suceder en la relación ser humano-naturaleza, sobre todo frente a las alteraciones ecológicas, algunas sin precedentes y con graves consecuencias. Esto amerita un replanteamiento ético en aras de ofrecer un escenario en equilibro para las generaciones futuras”.
Doctor Daniel Burgos, vicerrector de Proyectos Internacionales de Investigación de UNIR.
Para finalizar, ha apuntado: “Es de vital importancia en nuestros días integrar el fenómeno educativo en el entorno de la ‘comunidad ecosocial’, que pone el acento en la ecodependencia y la interdependencia en la biosfera, y que trata de organizar racional y éticamente los procesos de elaboración y uso de bienes en el contexto de los ecosistemas, para constituir una transición ecosocial”.
Según su visión, “comprometido con esta, este reto de humanistas y educadores se extendería también al de la igualdad de oportunidades y la justicia social y económica, la promoción de energías renovables, la promoción de las relaciones interpersonales frente al aislamiento de las máquinas, y un compromiso real para asegurar la excelencia alimentaria, garantizar un buen vivir verdadero y bien orientado, dando prioridad a los valores éticos por encima de los prácticos o de rendimiento económico”.
Un graduando, antes del comienzo del acto.
Un triunfo también de las familias de los graduandos
Posteriormente, el acto ha continuado con las palabras de Zaira Victoria Tapiero Andrade, estudiante del Máster Universitario en Orientación Educativa Familiar, quien ha hablado en representación de sus compañeros: “Es un privilegio estar representando a esta generación de egresados. Quiero agradecer primeramente a Dios, que nos permite alcanzar más de lo que pedimos o siquiera imaginamos, quien implanta sueños en nuestro corazón nos provee de fuerzas y recursos para materializarlos”, ha dicho.
Después se ha acordado de “quienes han sido pilares en este camino, nuestras familias, quienes nos han acompañado de cerca, nos vieron reír, llorar, trasnochar y hacer sacrificios. Gracias por su amor, apoyo y comprensión incondicional al animarnos a continuar, cuando se tornó difícil. Este triunfo también es de ustedes. Y agradezco también a nuestros docentes, quienes no solo nos compartieron conocimientos, si no también pasión y vocación”.
Dos jóvenes estudiantes, felices.
Tras mencionar también “a nuestros compañeros y mentores, con quienes construimos una red de apoyo”, ha destacado: “Este camino no fue sencillo. Hubo momentos intensos y altibajos que nos hicieron tambalear y casi desistir. Hoy estamos celebrando no solo un título, sino la transformación personal que vivimos, hoy nos une la felicidad y satisfacción de palpar nuestro sueño”.
Tapiero Andrade ha asegurado: “Estamos convencidos de que el llegar a la meta marca un fin, pero también el inicio de nuevos retos y de nuevas oportunidades. Gracias familia UNIR, que también es mi casa. Gracias a todos los que hicieron posible este camino. Gracias por los desafíos, por el crecimiento, por las lágrimas y las risas”.
La estudiante Tapiero Andrade.
Una vez culminado este momento tan especial, los graduandos han comenzado a subir al estrado para recibir sus diplomas académicos. Mientras lo hacían, han recibido cálidos aplausos de todo el pabellón.
“Sobre la empatía y los logros”
A continuación, el doctor Daniel Burgos ha impartido a los presentes su discurso ‘Sobre la empatía y los logros’: “Para la empatía siempre hay tiempo. También hay tiempo siempre para la amabilidad, para la consideración, para intercambiar palabras de apoyo y complicidad con los seres queridos, así como palabras de educación y aproximación con los desconocidos. En definitiva, para la exposición de nuestra humanidad”, ha aseverado.
En otro tramo de sus palabras, ha destacado: “Afortunadamente, aquí, en nuestra querida Colombia, no hace falta explicar algo tan obvio. El pueblo colombiano es, de base, educado y cortés, empático y conmisericorde. Resulta natural e innato a ustedes. Sólo por eso, hoy podemos celebrar el gran logro de la cotidianidad, por ese alto grado de empatía y humanidad que todos ustedes muestran con su círculo más cercano”.
Burgos ha subrayado después que “hoy celebramos un hito específico, un diploma conseguido fruto de unos cuantos meses o años de trabajo que, puestos en perspectiva, ahora parecen banales, pero que estoy seguro no resultaron triviales en el momento de su ejecución. Cualquier estudio, cuando no se es un niño y se manejan otras medidas del tiempo y del esfuerzo, supone una amalgama de sentimientos. Generalmente, de culpabilidad por no disfrutar de la familia y robar ratos imposibles de celebraciones especiales y eventos cotidianos. Pero, también, de frustración, por no haber conseguido la calificación esperada”.
A los estudiantes, les ha dicho: “Si ustedes han sido capaces de sortear los momentos de ansiedad y esos altibajos y no sucumbir a la tentación de acortar la empatía cotidiana reduciendo sus gestos de cariño, de amabilidad y de ayuda para sus seres cercanos, ustedes consiguen hoy un premio doble. Por un lado, su diploma, que espero mejore y abrillante su carrera profesional, así como sus expectativas personales; por otro, ese bonus extra de humanidad que no deja nunca de desarrollarse”.

También ha manifestado un deseo para ellos: “Espero que más allá del gran cúmulo de alegría que supone haber alcanzado sus objetivos académicos, no cejen nunca en su empeño de impulsar esa humanidad y de promocionarla de forma contagiosa entre los suyos, para que se convierta el ser humano en el verdadero artífice, destinatario y celebrador de un hito que se consigue día a día, que puede aplicarse en cualquier contexto y que nos mejorará continuamente”.
Júbilo y euforia en el tramo final del acto
Los asistentes al Encuentro finalmente han entonado el himno ‘Gaudeamus Igitur’, tras lo cual la comitiva académica se ha retirado de la sala. Para concluir un día tan cálido y entrañable, los estudiantes han lanzado sus birretes al aire.
A la salida, en los photocalls montados especialmente para la ocasión, muchos han permanecido durante varios minutos más para tomar fotografías y grabar vídeos con sus seres queridos, prolongando un día que no querían que acabara nunca. De este modo, el ‘Encuentro Internacional Alumni 2025’ ha llegado a su fin, tras dos jornadas que permanecerán en su recuerdo para siempre.