La intervención psicoeducativa es el conjunto de técnicas que combina elementos de la psicología y la educación para promover el desarrollo y el bienestar, a través de estrategias educativas y de apoyo emocional.
A lo largo de su desarrollo niños y niñas pueden enfrentar diversas situaciones que afectan a su proceso de aprendizaje o a su estado de ánimo por causa de la ansiedad, la muerte de un familiar o un trastorno de alimentación, entre otros. En estos casos, la intervención psicoeducativa actúa ayudando a los menores y a su entorno más directo a comprender, mejorar y superar muchas de estas problemáticas.
Pero, ¿en qué consiste este tipo de intervención psicológica, qué métodos se utilizan y para qué problemas se puede utilizar?
Claves de la intervención psicoeducativa
La intervención psicoeducativa es un proceso que engloba diferentes técnicas, actividades y estrategias basadas en el acompañamiento orientado a ayudar a aquellos menores que padecen algún trastorno que puede llegar a afectar su desarrollo normal.
Esta intervención aporta a los niños las herramientas necesarias para enfrentar un trastorno y aprender a vivir con él, facilitándoles el desenvolvimiento de habilidades cognitivas y sociales, aumentando su autoestima y mejorando su calidad de vida en general.
La intervención psicoeducativa —que puede ser aplicada a personas de todas las edades y adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo o grupo— involucra también a los familiares del menor para que comprendan qué implica dicho trastorno y cómo vivir con él, al igual que al profesorado en Educación Especial, ya que ellos serán los responsables de ayudar a mejorar las capacidades de los alumnos que tienen problemas de aprendizaje.
Objetivos de la psicoeducación
Uno de los principales objetivos de la psicoeducación es aportar al paciente toda la información que necesite en relación con su patología, así como el posible tratamiento, siempre teniendo en cuenta —para ambos escenarios— sus características socioculturales propias.
A través de estos rasgos y características individuales se podrán abordar las necesidades de cada persona, empleando en el proceso ejemplos y situaciones de su vida diaria que faciliten detectar desencadenantes y elementos que ayuden a diseñar estrategias que favorezcan su proceso.
Algunos de estos elementos a tener en cuenta son:
- Familiarizarse con el trastorno y el tratamiento.
- Reconocer síntomas y desencadenantes de una crisis.
- Establecer el tratamiento y su alcance.
- Desarrollar rutinas terapéuticas e incluir hábitos saludables.
- Derribar falsas creencias y aclarar dudas frente al trastorno.
- Enseñar a manejar los síntomas y a controlar factores psicosociales y ambientales.
Áreas de aplicación de la terapia psicoeducativa
El abordaje de la terapia se lleva a cabo por un profesional que puede ser un terapeuta ocupacional, psicólogo o neuropsicólogo.
La intervención psicoeducativa se puede aplicar para diferentes trastornos relacionados con el aprendizaje, problemas psicológicos y de carácter neuronal, siendo los más comunes:
- Trastornos del espectro autista (TEA).
- Procesos de duelo.
- Problemas de conducta en menores y adolescentes.
- Ansiedad y depresión.
- Trastorno bipolar.
- Trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDHA).
- Estrés postraumático.
- Anorexia o bulimia.
- Diversas adicciones.
- Discapacidades audiovisuales o auditivas.
¿Cuáles son los métodos de intervención psicoeducativa?
Dependiendo del trastorno del paciente se aplicará una metodología u otra, siendo las principales técnicas empleadas en intervención psicoeducativa:
Terapia de grupo
En este tipo de terapia se juntan a varias personas con problemas y trastornos similares para que puedan compartir sus experiencias, preocupaciones y dificultades, a la vez que se sienten comprendidos.
En el caso de los niños, esta terapia les ayuda a que desarrollen sus habilidades sociales y mejoren su propia autoestima y es recomendable aplicarla para casos de:
- Acoso escolar.
- Ansiedad.
- Dificultad para relacionarse con otras personas.
- Uso de la violencia o métodos no pacíficos para resolver conflictos.
- Falta de autonomía y capacidad de decisión.
Terapia cognitivo-conductual:
La terapia cognitivo-conductual busca ayudar a modificar pensamientos, sentimientos y comportamientos que se caracterizan por ser negativos. Para esto se basa en la identificación de pensamientos que no tienen fundamento y son irracionales.
Terapia ocupacional
Este tratamiento pretende mejorar las habilidades motoras, en especial en los menores, y así conseguir que mejoren su capacidad para desarrollar actividades diarias sin mayores complicaciones.
El terapeuta debe adaptarse a las necesidades del paciente y conocer qué actividades desarrolla bien y cuáles necesita mejorar, como por ejemplo:
- Rutinas de higiene personal.
- Lanzar y atrapar objetos.
- Empacar su mochila para ir al colegio.
Terapia de juego
El uso de actividades lúdicas como terapia permite que los niños y niñas, especialmente de entre los 2 y 12 años, se expresen con mayor facilidad y se sientan más relajados.
A través de juegos se pueden trabajar y adquirir habilidades sociales y emocionales, y ayudarles a enfrentar situaciones que les causan temor.
Respeto al juego a usar pueden ser:
- Reglados. En esta clase hay estructuras definidas mediante normas e instrucciones a seguir como un juego de mesa.
- No reglados. Aquí el menor puede elegir entre diversas opciones el tipo de juego que prefiera.
Si bien la terapia en sí es desarrollada por un profesional que puede ser un terapeuta ocupacional, un psicólogo o un neuropsicólogo, los educadores desempeñan un papel fundamental al ser las figuras que, junto a los padres, más tiempo comparten con los menores.
Por esto, los docentes que trabajan en entornos con niños con NEE deben tener, no solo unas cualidades personales determinadas, sino contar con una formación especializada que les ayude a comprender las problemáticas y necesidades asociadas a cada una de las etapas que atraviesa el menor, a la vez que mantener una relación adecuada y fluida con sus familias.
La Maestría en Orientación Educativa Familiar de UNIR Colombia permite al profesor convertirse en una figura de asesoría, orientación y mediación familiar, al mismo tiempo que le aporta las herramientas indispensables para colaborar en la resolución de conflictos y a la mejora del ambiente socioafectivo del alumnado.
La intervención psicoeducativa es esencial para ofrecer a niños y adolescentes las estrategias necesarias que les permitan superar retos psicológicos y de aprendizaje. La aplicación de técnicas como la terapia de grupo, cognitivo-conductual, ocupacional y de juego, se personaliza para atender las necesidades específicas de cada menor, promoviendo un desarrollo equilibrado y pleno.
La importancia de la formación especializada para los educadores es incuestionable, ya que son piezas clave en la implementación de estas intervenciones. Aquí, programas como la Maestría en Desarrollo infantil virtual cobran especial relevancia, preparando a los profesionales para comprender y manejar las complejidades del desarrollo infantil y juvenil.
Este enfoque holístico en la intervención psicoeducativa asegura no solo el apoyo académico y emocional de los menores, sino también su crecimiento como individuos autónomos y resilientes, subrayando el valor de una comunidad educativa bien preparada y comprometida en este proceso.
En definitiva, la intervención psicoeducativa trata de ayudar a los niños a que se desarrollen plenamente y sepan ser independientes a la vez que incrementan su calidad de vida. Es un trabajo que involucra a todo el entorno del menor para que sea efectivo y alcance los objetivos marcados.